Ya se han rodado suficientes películas alarmistas y tremendistas. Han resultado útiles, pero ahora conviene mostrar que existen otras salidas, escuchar los argumentos de campesinos, filósofos y economistas que, además de explicarnos por qué nuestro modelo de sociedad se ha hundido en la crisis ecológica, financiera y política actual, idean y experimentan soluciones alternativas.