'Morir de día' escribe la historia desde la Transición hasta nuestros días a través de una de sus caras ocultas: la heroína. Las historias de personajes como Pau Malvido, Mercè Pastor, Pepe Sales o Juanjo Voltes se van entrelazando para dibujar los desafíos de una vida escogida, marcada por la adicción, desde la entrada de la droga en Barcelona después de la muerte de Franco hasta el presente. Todos ellos caminaron por la fina línea que separa la vida de la muerte, la luz de la sombra, el sueño de la desilusión. Con ellos, desde sus propias imágenes de archivo personal y sus palabras más íntimas, recuperamos un tiempo que no hemos vivido, entrando en una de tantas grietas que pueden llegar a separar al hombre del mundo que habita y al mismo tiempo explicar una historia que es la de todos nosotros. La heroína puede ser una de estas grietas, y mirarla de frente, como aquel que reconoce la muerte cuando viene de día, nos permite entender que nuestra relación con el mundo, aquí y ahora, está hecha también, como si de un relevo se tratara, de las huellas de lo que han vivido aquellos que nos precedieron.
