La historia de la vida cotidiana de un médico de pueblo enfrentado al sufrimiento, a la angustia, a la violencia de las relaciones humanas, a todo lo que le pone enfermo. La permeabilidad a este sufrimiento, que muy bien podría llamarse compasión, la rebeldía contra la arrogancia del saber médico, el sentimiento de su propia insuficiencia van enfermando en secreto al doctor Sachs: es la enfermedad de Sachs. Con leves indicaciones, pequeños trazos, los pacientes esbozan el retrato del médico, al que vemos a través de las miradas de los demás, proque el doctor Sachs no afirma nada, él sólo escucha y, como multiplicado por el reflejo de unos espejos, el conjunto de las voces compone la historia: un mosaico de fragmentos de vida, alrededor de la consulta médica. El doctor Sachs escribe, porque la escritura es una terapia, o un analgésico, pero, además, conoce a Pauline, y aprende a no volver a sentir miedo del sufrimiento, porque es inevitable, ni de la felicidad, porque es posible alcanzarla.