En Atenas, Amir es un inmigrante iraní que ha transformado su modesto piso en un lugar de transito para compatriotas que huyen de su país. Es el primer lugar de descanso entre Irán y Europa. Grecia es solo una etapa, donde se ven atascados a la espera de papeles, contactos y gente a la que confiarán su destino como clandestinos.