Hechizo del corazón

Estamos en Chicago, enraizado en tradiciones italianas, irlandesas y polacas pero con un toque ligeramente mágico. Es la ciudad donde vivía feliz Bob Rueland (Duchovny) hasta que una noche de pesadilla pierde a su esposa, una zoóloga llamada Elizabeth (Joely Richarson). Destrozado por su pérdida Bob se refugia en el trabajo, obsesionado por completar el gran proyecto que su mujer tenía en vida: la construcción de un nuevo habitat para los gorilas con los que trabajaba en el zoo de Lincoln Park. Un año después de quedarse viudo, y a pesar de los oficios de casamentero de su amigo el veterianrio Charlie Johnson (David Alan Grier), Bob todavía sigue sin sentirse preparado para reanudar su vida sentimental. Mientras tanto, al otro extremo de la ciudad, una mujer que lleva mucho tiempo esperando empezar una vida normal, recibe por fin una oportunidad. Grace Briggs (Driver) acaba de recibir un corazón transplantado que la salvará del destino fatal que acabó con su madre cuando ella todavía era una niña. Habiendo vivido recluida toda su vida, Grace se siente entusiasmada y al mismo tiempo asustada por el nuevo mundo que se abre ante ella. Grace vive en el piso de arriba del restaurante O'Reilly -el mejor, y quizá el único, restaurante irlandés-italiano de la ciudad-, que es propiedad de su abuelo. Allí, entre una cómica mezcla de repollo y ravioli, de Crosby y Sinatra, cuida de ella un pintoresco grupo de vecinos, parientes y amigos, entre los que se hallan su abuelo Marty O'Reilly (Carroll O'Connor), su tío italiano Angelo Parpadillo (Robert Loggia) y el grupo de corazones solitarios formado por Emmet (Eddie Jones), Wally (William Bronder) y Sophie (Marianne Muellerleile). También está la mejor amiga de Grace, Megan (Bonnie Hunt), madre de cinco hijos, y su orgullosamente proletario marido Joe (James Belushi). En este mundo extraño y maravilloso entra Bob por casualidad, tras un encunetro azaroso con Grace que le deja perplejo pero que también supone la primera vez que ha sentido algo desde hace mucho tiempo. Muchas peripecias, y los residentes del establecimiento de O'Reilly, hacen que Bob y Grace vayan acercándose el uno al otro y un amor trabajosamente ganado plorezca entre ellos de forma tan divertida como conmovedora.

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