La película sigue el rastro propuesto por las fotografías de Gotthard Schuh, lo que nos lleva desde la región de Malcantone en el Tesino suizo (que el fotógrafo recorrió en una Lambretta e inmortalizó con su cámara) hasta lugares remotos como la 'isla de los dioses' en Indonesia, cuyas instantáneas le hicieron famoso. Sin separarse de las fotos de Schuh, el director visita los espacios que le hicieron famoso y se reencuentra con los tipos que retrató. Se despliega así ante el espectador un mundo de contrastes donde destacan las fotografías casi etnográficas que tomó el artista en el Tesino y en la exótica y lejana isla de Bali.