La esposa de Nasim está gravemente enferma, lo cual hace que hasta este refugiado afgano necesite ganar grandes sumas de dinero para poder costear las facturas médicas. La solución parece llegarle cuando le ponen en contacto con un promotor que le ofrecerá recorrer las afueras de la ciudad durante 24 horas a lo largo de una semana. Ayudado por su hijo, quien le alimenta mientras pedalea, pondrá todo sus esfuerzos en esta empresa, reclamando la atención del público... e incluso de la policía, que sospechará que Nasim en realidad es un espía y la carrera un truco para desviar la atención.