Durante año y medio, cuidadores de familiares con enfermedades degenerativas se reúnen cada 15 días. Comparten sus temores y miedos, exponen sus experiencias y sobre todo, aprenden a relativizar las cómicas y, a veces, embarazosas situaciones cotidianas. Las personas que se encuentran en este grupo son conscientes de su inestabilidad emocional y necesitan ser escuchados. Es un grupo heterogéneo que abarca una amplia gama de perfiles de cuidadores en función de sus circunstancias personales y su vínculo con el familiar (padre, madre, marido, esposa).
El seguimiento personalizado de cada uno de estos cuidadores en sus propios domicilios y actividades cotidianas, permite reflejar su realidad personal, familiar y social de su día a día. De esta manera, gracias a la observación, se desvelan sus particulares historias en forma de pequeñas piezas que forman parte de un complejo puzzle emocional.
Txus se enfrenta al duelo de la ausencia. Alicia se aferra a su conciencia y se olvida de ella misma. Naiara trata de equilibrar su vida personal en un mar de dificultades. Carlos añora el pasado y no asume el presente. Manuel ha aprendido a esperar disfrutando del camino. Ana se revela y escupe su rabia. Maribel intenta equilibrarse en la turbulenta montaña rusa de la vida, donde el amor la une y la ausencia la destruye. Todos ellos tienen un punto de encuentro, las reuniones de grupo donde se sienten protegidos, formando ya parte de una gran familia de supervivientes.