Imagina que cualquier cosa fuera posible. Imagina que el escenario se convierte en un mundo de fantasía, donde los ancianos vuelven a ser jóvenes, y donde los reyes se convierten en payasos. Y si todo esto fuera Alegría... ¿qué le parecería? Por donde quiera que ha pasado Alegría, su aura de locura y de diversión irreverente aún perdura. La magia y el optimismo nacen de nuevo en el mundo.