Un día cualquiera en una pequeña y hermosa ciudad de provincias. La primavera queda cerca y se nota en los árboles y en las colinas y en los prados de alrededor. Como cada día, atravesando el ordenado entorno, dos hombres caminan hacia su lugar de trabajo. Cuando avanzan entre árboles centenarios son asesinados. Dentro de la hermosura, que casi no se atreve a mostrar su rostro, el implacable horror. ¿Por qué? ¿Quiénes lo provocan? ¿Para qué? Elías Querejeta, guionista y productor de la película, comenta: "me enteré a través de la radio de un taxi. Acaban de asesinar a dos ciudadanos. No pude evitar un grito. El taxista me miró a través del retrovisor y me preguntó de dónde es usted. Yo dije, soy vasco". "Una semana después, quizá diez días, en alguna de las inconvenientes horas que dedico a mi oscuro trabajo de escribir, me dicté una orden: escribe lo que te está pasando por la cabeza". "La orden se me apareció clara y precisa. Sus contenidos eran breves: hay que dar noticia de la intolerancia, hay que dar noticia de los que convierten su voluntad de patria en muerte. Hay que dar noticia de aquellos que se sienten y se piensan legitimados para destruir todo lo que no está de acuerdo con su forma de entender la realidad, que se sienten legitimados para asesinar. Quise escribir unas páginas de guión para dar noticia de aquellos que, a caballo de no se sabe qué capítulo de la historia, se sienten autorizados para asesinar al vecino".