Amina nació en Nueva York. Sus padres eran dos artistas que se conocieron y se enamoraron años antes en Todi, Italia, para después mudarse a la Gran Manzana, donde concibieron primero a su hijo Francesco y después a Amina. La enfermedad de la niña sirve como columna vertebral de una historia de ahonda en las surcos que la enfermedad va dejando sobre Anne, Tommaso y Francesco.