De lo peor que he visto en durante este año, una lastima que Ana Fernandez accediera para hacer esta pelicula con un guion tan poco original. La dirección pesima y la fotografia cargadisima
Final pasteloso innecesario sacado de las malas series americanas donde una voz en off relata un final feliz que se daba por supuesto. Los personajes del marido y la hija adolescente carecen de profundidad interpretativa y a veces provocan risa. Lo mejor sin duda, el montaje de Oriol Carbonell, sobre todo la parte en la que la protagonista tiene el accidente. Sublime.