En 2012 la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó por primera vez al Estado de Guatemala por unas desapariciones forzadas –hubo más de 45.000 durante la guerra civil (1960-1996), más que en cualquier otro país latinoamericano-. El grupo de familiares de personas secuestradas y desaparecidas por el ejército guatemalteco que interpuso la demanda, pidió y consiguió que entre otras medidas de reparación figurara la producción de un documental a cargo del Estado. Hasta ahora el Estado de Guatemala se ha negado a acatar la sentencia -y a producir la película- pero los familiares no han querido esperar más: Sin miedo es su documental.