Iván es un pobre diablo que se mata para sacar adelante su pequeño negocio de ebanistería, se las apaña para poder cumplir los encargos, negocia con los proveedores para conseguir las mejores tarifas y dirige a sus empleados. Iván es así, un trabajador infatigable a quien le gusta el trabajo bien hecho, aunque para ello curre jornadas de dieciocho horas. No es extraño, por lo tanto, que Nathalie, su esposa, haya preferido coger sus abalorios y dejarle plantado. Junto con el hijo de ambos, Christophe, ella ha rehecho su vida con Sami, el profesor de educación física del instituto de al lado. Lo cual no quiere decir que aún no guarde un cierto cariño hacia su exmarido. Pero los horarios de un funcionario son mucho más llevaderos. Un día, el taller de Iván es devastado por un incendio. Maquinaria, las reservas de madera, los contratos urgentes, todo esfumado... Los seguros están para remediarlo ¿no? Eso es lo que cree el muy inocente de Iván. Pero enseguida car en la cuenta de que Maxime, el agente de seguros que lleva su cuenta y la de todos en el barrio, es un consumado caradura. Un chapuzas de cuidado y un auténtico liante que no tiene el menor escrúpulo en embolsarse las primas de los seguros. Un dinero a fondo perdido... Y tan perdido, como que ya no existe. Iván no tiene elección. Para retomar sus cuentas, evitar la bancarrota e impedir que sus empleados vayan al paro tiene que saltarse la ley: visitar el ordenador central de la compañía de seguros y cambiar la fecha del contrato. Para ello, Iván necesitará la ayuda de todos: de Sami y sus músculos, Maxime y sus argucias, Christophe y sus conocimientos de informática. Lo que se dice un fraude, una trampa empieza a perfilarse. De todas formas, a Iván le gusta el trabajo bien hecho.
Vincent Lindon | Ivan Lansi | |
François Berléand | Maxime Nassieff | |
Roschdy Zem | Sami | |
Zabou Breitman | Nathalie | |
Albert Dray | Charles | |
Catherine Mouchet | Lucie |