La crónica del descenso al infierno de la locura por parte del protagonista; descenso que hará de la mano de una hermosa y desequilibrada joven: Lilith. Filmada en blanco y negro por un director que se caracterizó siempre por un cine duro y directo, es en su filmografía una curiosidad que brilla intensamente con luz propia. Ambigua, dulce y siniestra, Lilith es la obra maestra de su autor.