Muestra el pleno auge del hippismo y el desencanto por dicho movimiento a través del personaje de Joan. Éste, enamorado de una inglesa de vacaciones en la Costa Brava, la sigue hasta Londres para descubrir que sólo ha sido un juguete sexual para la turista. A pesar de llegar a actuar en el mismísimo Festival de la Isla de Wight de 1969, es repatriado y se va a vivir a una comuna hippie ibicenca donde tampoco encuentra su lugar.