Un autentico y mayusculo bodrio con sucesión inteminable de manoseados gags, absolutamente previsibles, que ni logran hacer sonreir. La actuación de Robin Williams es capitulo a parte, como en sus anteriores peliculas, Robin Williams hace de Robin Williams, es decir una absurda mezcla de cara patetica e inexpresiva con muecas a lo Jim Carrey pero ademas dandoselas de trascendental. En resumen, que al lado de esta, las peliculas de Chevy Chase parecen obras maestras de la cinematografia. Si quieren tirar el dinero de la entrada, entréguelo a una ONG y dense un paseo por el parque con sus niños, es mucho mas sano y satisfactorio.