Cuando su padre fallece y conoce también la noticia que estaba arruinado, Sylvie, una chica acostumbrada a la vida cómoda, se ve en la obligación de encontrar apartamento y trabajo. Gracias a la generosidad de un estudiante de medicina, acaba encontrando alojamiento en el Barrio Latino. Pero la desgracia parece perseguir a Sylvie, pues su benefactor enferma y finalmente fallece. Convencida que ella trae mala suerte a quien le hace bien, decide no volver a entregar su afecto. Claro que Sylvie todavía es joven y mantener ese tipo de ideas no le resultará fácil