Leonor trabaja en un prostíbulo de Acapulco llamado El Paraíso, decorado como si fuera un rincón caribeño. Mediante engaños, un criminal la sedujo y la encerró en el establecimiento, contrayendo así una enorme deuda con la madame que regenta el lugar. Entonces se enamoró de Juan, quien mató al proxeneta y por ello terminó encerrado en el presidio.
Cuando Juan logra fugarse, lo primero que hace es personarse en El Paraíso para continuar su huida al lado de Leonor. Todo y que la pareja desea recomenzar una vida juntos, la madame no está dispuesta a dejar escapar a la pupila más rentable de su negocio.