Retrato del mundo personal de un creador de primera magnitud desconocido para la gran mayoría del público, pero con un reconocimiento después de muchos años, por parte del mundo cinematográfico. Jose Antonio Sistiaga pinta sus películas de forma artesanal, fotograma a fotograma, como si de un lienzo se tratara. Es el postulado de las viejas vanguardias, sin otro tipo de referente a nivel mundial.