Una comunidad de monjas que dirige un orfanato, necesita urgentemente un automóvil para hacer frente a los asuntos del hospicio. Después de muchos esfuerzos y el pago de varias letras, se hacen con la propiedad de un vehículo, que es asignado a la hermana Tomasa. Poco tiempo después se convierte en el terror de los automovilistas de Madrid, y pasa a ser conocida en toda la ciudad con el apodo de "Sor Citroen", ya que esa es la marca del coche que maneja.