Harry Lucas, empleado de la Casa de la Moneda, destruye accidentalmente cincuenta mil dólares. Debe reponerlos antes de que llegue a notarse, por lo que urde un plan para entrar de noche en su lugar de trabajo e imprimir la suma que necesita. Sin embargo, sus compañeros, dos ex empleados de la Casa de la Moneda, un experto en cajas fuertes y un conocedor del alcantarillado, le exigiran imprimir más billetes de los previstos.