Ojos que te acechan

Para El Ojo (Ewan McGregor), experto en vigilancia del Servicio Secreto británico, es simplemente otro caso más en el que emplear su sofisticado equipo de vigilancia. Esta vez le han mandado seguir a Joanna Eris (Ashley Judd), una hermosa mujer sospechosa de chantajear al hijo de un senador americano. Sigue a la mujer hasta la casa del hijo del senador y se lleva una sorpresa mayúscula cuando la ve asesinarle. Conservando la calma, llama a la central para que la detengan. Pero, justo cuando la central recoge su llamada, ve reflejada en la foto de Joanna la imagen fantasmal de su hija perdida. Hace ocho años, desapareció la hija de cuatro años de El Ojo y desde entonces recorre el país en su busca. Este acontecimiento trágico le hizo retirarse de la sociedad, buscando refugio tras el arsenal de instrumentos de alta tecnología que le permiten cumplir con su trabajo y a la vez mantenerse aislado. Esta foto es el único indicio de su hija que ha visto desde que desapareció. No entiende por qué, pero sabe que de alguna manera su destino va unido a esta mujer hermosa pero mortal. El Ojo corta todo contacto con la central y empieza a seguir de cerca a Joanna, embarcándose en una odisea a través del país y adentrándose, cada día más, en la extraña vida de la mujer. Desde Washington DC, lugar del primer asesinato, El Ojo sigue a Joanna a Baltimore y luego a Cleveland, donde se reúne con un hombre joven: un correo de diamantes en camino hacia un trato secreto. El Ojo les graba cuando parece que Joanna quiere seducir al correo. Encantado con Joanna, el correo la lleva a su hotel y allí se encuentra con la muerte. Joanna le asesina brutalmente y se lleva los diamantes. El Ojo persigue a Joanna de asesinato en asesinato y comienza a protegerla de la policía y de otros elementos amenazadores. Empieza a enamorarse de ella y tiene la impresión de que le está llevando hacia alguna parte, quizás a su hija perdida. Pero la situación cambia cuando Joanna conoce a un hombre - Xavier - y se enamora de él. Los celos consumen a El Ojo cuando los dos se convierten en inseparables. Como venganza, monta un accidente en el que muere Xavier. El Ojo saca a Joanna de la chatarra y aunque el cuerpo de Joanna ha sobrevivido al accidente, su alma ha muerto y vuelve a ser la asesina insensible de antes. Aumenta la tensión mientras la policía se va acercando a Joanna. El Ojo intenta mantener un peligroso equilibrio entre proteger a Joanna y ser acusado de colaborar en la comisión de sus delitos. En el dramático final, Joanna se sacrifica para que El Ojo pueda reunirse con la hija que no pensaba volver a ver.

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