Retrato íntimo a un conjunto de vecinas de la localidad colombiana de Jericó, a dos horas de Medellín, un pueblo de la sierra cubierto de vivos colores. Como el carácter de sus habitantes. Desde las señoras más humildes a otras de familias más acomodadas, cada una se desenvuelve con la mayor naturalidad frente a la cámara para confeccionar un retrato conjunto a través de sus respectivos pasados.
La tristeza, la alegría, la serenidad frente a la cercana muerte y otro cúmulo de sensaciones de amalgaman con la mayor naturalidad y la ligereza y la frescura de una brisa.