Los McDermott son el prototipo de la clásica familia media americana. Viven en un pequeño pueblo del sur, donde el padre regenta un negocio de pollos asados y la madre está en casa, velando por el orden y la armonía familiar. Los hijos, tres rebeldes adolescentes, disfrutan sus primeras juergas, fuman sus primeros cigarrillos y viven sus primeras experiencias sexuales. Una noche, el padre, harto de servir pollo durante más de veinticinco años, anuncia la venta del negocio. Esta decisión supone un duro golpe para los chicos y provoca un tenso clima familiar que se ve agudizado por la marcha de Ben, el mayor y más difícil de los tres hijos.
