El Misterio de la Villa

Florencia, Italia. 1938. Mary Panton (Kristin Scott Thomas), una hermosa inglesa que ha enviudado demasiado pronto, visita a unos amigos de la colonia de expatriados británicos en la Toscana de antes de la guerra. Su viejo amigo Sir Edgar Swift (James Fox) le hace proposiciones, lo que a Mary ni le sorprende ni le disgusta. Se llevan muchos años de diferencia y ella no siente pasión por él, pero es un admirador elegante y digno de confianza. Mary ve con buenos ojos la vida cómoda y estable que puede esperar a su lado en la India, en donde le han nombrado gobernador de Bengala. Pero de todos modos le pide a Sir Edgar un plazo de unos días para responderle. Pese a la supuesta amistad anglo-italiana, el auge del fascismo hace que Sir Edgar tema por la seguridad de Mary. Su próximo enlace es visto con buenos ojos por la princesa de San Ferdinando (Anne Bancroft), una amiga americana de Mary que se ha casado con un noble italiano. En una cena que organiza la princesa, Mary recibe sin quedar en absoluto impresionada las atenciones del jefe fascista local Beppino Leopardi (Massimo Ghini). Pero sí se siente intrigada en cambio por un viajero americano recién llegado, Rowley Flint (Sean Penn), un seductor de oficio que a pesar de todo resulta encantador. A instancias de la princesa, Rowley acompaña esa noche a Mary hasta su casa, para protegerla. Ella le confía la verdad de su matrimonio: su marido era un borracho y un adúltero al que sin embargo ella amaba con pasión. Por el contrario, piensa casarse con Sir Edgar sin quererle por la seguridad que le ofrece. Al día siguiente Mary se encuentra con otro invitado que ha conocido en la cena, Karl (Jeremy Davies), un violinista lleno de sensibilidad que viene huyendo de Austria al haber sido tomado su país por Hitler. Siguiendo un impulso, Mary le invita a la villa en la que se aloja y movida por la compasión y la generosidad se acuesta con él, con la intención de que sólo sea por esa noche. La noche siguiente se queda horrorizada cuando Karl vuelve a presentarse en su alcoba y se le declara apasionadamente, sin haber entendido nada. Mary le rechaza y él reacciona lleno de rabia y confusión. Ella saca el revólver que Sir Edgar le ha dado para defenderse pero Karl, desesperado, se lo quita y se suicida con él. Pensando en la amenaza que esto supone para la posición de Sir Edgar, Mary acude a Rowley para que le ayude a ocultar el cadáver. Trasladan el cuerpo a un bosque cercano y cuando la policía lo descubre, asume que se trata de un suicida. Mary comienza a respirar tranquila hasta el momento en que se entera de que Rowley ha sido arrestado al habérsele encontrado en posesión de la pistola de Sir Edgar. Mary recuerda entonces una historia que le había contado la princesa sobre los manejos de Leopardi, acude a visitarle y le chantajea amenazando con revelar lo que sabe de sus prácticas de corrupción. Leopardi se ve obligado a liberar a Rowley. Aunque reconoce que se ha enamorado del americano, Mary toma la decisión de optar por la seguridad que le ofrece la vida al lado de Sir Edgar. Cuando éste viene a escuchar su respuesta, Mary se siente obligada a contarle todo lo que ha pasado. El noble se queda sorprendido y desilusionado. No puede aceptar el gobierno de Bengala si va a casarse con una mujer cuyo secreto podría algún día salir a la luz, pero está dispuesto a renunciar a todo por ella. Mary le libera de su compromiso y, con un alivio indudable, Sir Edgar acepta la ruptura. A Mary no le queda nada que hacer en Florencia así que empieza a hacer los preparativos para regresar a Inglaterra. En la estación sólo acude a despedirla su pintoresco amigo Lucky Leadbetter (Derek Jacobi)... hasta que en el último momento Rowley Flint vuelve a aparecer en su vida otra vez.

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