Tras varios años de ausencia, Valeriano vuelve a la isla, que abandonó siendo niño, para enterrar a su padre. A partir de su llegada se mezcla la triste realidad del presente con la alegría de los recuerdos de su infancia: el amor de su padre y el cariño de su tía, y sus anhelos de escapar al "Suelo Azul" acompañado de Benicio.