En un caluroso día de verano en el tranquilo pueblo de Mercer (Montana) empieza una odisea cómicamente infernal para Clay Bidwell (Joaquin Phoenix), un tipo tranquilo y amable que trabaja en una gasolinera. Su mejor amigo, Earl (Gregory Sporleder), se enfrenta a él tras haberse enterado de que Clay lleva un tiempo liado con su ardiente mujer, Amanda (Georgina Cates). Ante la mirada horrorizada de Clay, Earl se las ingenia para suicidarse, de tal manera que parezca que es Clay quien lo hamatado. Clay consigue tapar las cosas y mantenerse libre de sospechas pero ese acontecimineto no le viene nada bien a su relación con Amanda y ésta empieza a jugar con él. Para olvidarse de Amanda, Clay acepta una cita caliente con otra chica. Para olvidarse del desagradable asunto de Earl, Clay va de pesca con su nuevo amigo, un vaquero de andares viriles llamado Lester Long (Vince Vaughn) que "nunca olvida a un amigo". Y es entonces cuando Clay sale de Guatemala para meterse en Guatepeor. La excursión de pesac termina mal. La cita le sale peor. Y Clay atrae la atención de una agente del FBI, la muy atuta Dale Shelby (Janeane Garofalo), que piensa que quizá sea responsable de unos cuantos asesinatos que se han cometido últimamente en la comarca. "Prométema que vas a dejar de encontrar cadáveres," le suplica el preocupado Sheriff Mooney (Scott Wilson). Por mucho que lo intente, con cada paso que Clay da, se va cada vez más metido en un lodazal demasiado profundo.
