El sueño de Jack Finder se vuelve realidad cuando obtiene la placa de policía y debe patrullar por las calles de Los Ángeles. Un malvado pirómano anda suelto, convirtiendo la ciudad en un infierno. Jack y su compañero Art Cantrell se encargan de investigar los hechos y tropiezan con una conspiración llena de incendios premeditados y asesinatos. Cantrell muere a sangre fría, y Jack se convierte en el principal sospechoso, después de haber testificado en contra de un policía compañero suyo.