José es un cura destinado a una pequeña parroquia de un suburbio de Madrid. Cuando llega, se entera de que el párroco ha muerto y él debe administrar la parroquia. Ramón, el sacristán, le pone al corriente de la miseria y la perversión del barrio. Entonces, José inicia una campaña contra esta situación y llama a un médico amigo para que le ayude en su labor. Con la ayuda de éste, el sacristán y doña Casilda, la única vecina rica, crea en la iglesia un colegio-asilo para todos los desheradados del barrio. Un incidente provoca que el caso se divulgue y que la labor del cura sea conocida en las más altas instancias de la iglesia.
