Ry Cooder y Wim Wenders se conocen desde hace 20 años. Cooder compuso la música de algunas de sus películas como Paris, Texas y El final de la violencia. Durante el rodaje de ésta última, Cooder completamente entusiasmado, hablaba constantemente con Wenders sobre su viaje a Cuba y la grabación de un disco con viejos músicos cubanos algunos ya en el olvido. Más tarde apareció el disco con el título "Buena Vista Social Club", convirtiéndose en un éxito mundial, se vendieron millones de copias y fue galardonado con un Grammy. Cuando Cooder volvió a Cuba a principios de 1998, para grabar un single con Ibrahim Ferrer -de nuevo con todos los músicos que habían participado en "Buena Vista Social Club" y que en la isla eran conocidos ya como los "Super-Abuelos", Wenders lo acompañó con un reducido equipo técnico. Filmó a los músicos en el estudio de grabación y en su vida cotidiana en La Habana. En primavera se desplazó a filmarlos a Amsterdam donde Buena Vista Social Club dio dos conciertos y finalmente terminó el rodaje durante el verano en Nueva York, en la que fue probablemente la última aparición del conjunto, su éxito definitivo sobre el escenario del legendario Carnegie Hall.