Entre las colinas, un pueblo provincial atravesado por un río. Al final de la carretera, una casa protegida por un muro coronado con trozos de vidrio. Ahí viven los Moreau, obsesionados por el orden y la higiene, con su sirvienta muda, Marthe, como única acompañante. Él es un importante constructor, empeñado en cubrir el mundo con su cemento. Ella, la "señora de la casa" combate el aburrimiento de la domesticidad cargando a Marthe de labores innecesarias.